Pierna de cordero al horno

          Mi madre suele cocinar con maestría este plato, aunque bien es verdad que nadie mejor como los castellanos para asar el cordero. Y es de ellos de quien aprendí el arte de asar. No es complicado, tan sólo hay que tener en cuenta algunas pequeñas normas para que la carne esté en su punto, sobretodo a la hora de servir en la mesa. En mi tierra el cordero siempre se sirve caliente, con lo que éste siempre ha sido un plato que no ha suscitado mis mejores deseos. Sin embargo, la teoría que nos cuentan los maestros asadores es que el cordero debe servirse frío (preferiblemente loncheado) junto a un recipiente donde encontremos los jugos de cocción bien calientes. Desde que lo probé de esta manera me enamoré de la sencillez y exquisitez de esta carne. Si la acompañas de patatas panaderas guisadas en el mismo horno con algo del jugo del cordero te aseguro que no lo olvidarás.

Ingredientes (para 4 personas):

2 piernas de cordero lechal
2 ramitas de romero 
Hierbas provenzales

Sal

Preparación:

-Sala, añade las hierbas provenzales y coloca el cordero sobre una tartera, preferiblemente de barro, con 1 dedito de agua en el fondo. Haz una pequeña incisión en cada pierna para introducir la rama de romero en cada una.

-Cocina el cordero con el horno a tope (250ºC-300ºC) para sellar la carne por ambos lados y evitar que se nos reseque. Una vez terminada esta operación, baja la temperatura del horno a unos 180ºC y cocina aproximadamente 1 hora por cada lado. 

-Deja reposar el cordero para que entibie. 

 ¡¡!!Nunca hay que servir el cordero caliente, pues este tipo de carne satura rápidamente. Lo ideal es servirlo frío o tibio, y calentar los jugos de cocción del cordero, que serviremos aparte o salseando en el plato.

Pierna de cordero al horno