Guacamole

          Una antigua amiga me descubrió esta sencillísima y sobrosa receta. Su famillia (ella, su hermana y su madre) la comían a menudo. Tengo gratos recuerdos de aquellas escasas pero intensas noches, donde aún soñábamos con lo que seríamos algún día. Y siempre con un plato de guacamole en la mesa, de donde picábamos mientras se preparaba la cena. El nombre de esta salsa mejicana proviene del náhuatl y se compone de las palabras ahuacatl (aguacate) y molli (mole o salsa). El aguacate tenía un significado erótico para los aztecas, tanto que las mujeres no podían realizar la recolección de los frutos, ya que simbolizaban los testículos (estaban locos estos aztecas...). En origen, este preparado mejicano es servido con "totopos" (tortitas de maíz que se cortan y se fríen), pero a mí me encanta con papas deshidratadas, porque no le modifica el sabor al preparado. Habrá que adaptarse a los tiempos que corren, donde los naranjos están desapareciendo con celeridad en favor de este fruto. Quizá en pocos años sea un aguacate el símbolo de nuestra terreta...

Ingredientes (para 4 personas):

2 aguacates maduros

2 tomates maduros pequeños (de los canarios)

1 cebolla pequeña

4 cucharadas soperas de aceite de oliva

Sal al gusto

Preparación:

- Pela los aguacates  y reservalos.

- Ralla los tomates y la cebolla.

- Mézclalo todo en un bol y trabaja la mezcla con un tenedor hasta que quede bien fina (yo prefiero que no haya trozos porque es más cómodo a la hora de cogerlo con las papas).

- Rectifica de sal (tendrás que añadir bastante, no te asustes, pero hazlo poco a poco, probando cada vez).

- Pon en el centro uno de los huesos de aguacate para evitar la oxidación de la pasta (que en este fruto es rapidísima; unas gotitas de limón también sirven para este fin).

- Sirve el bol en el centro de un plato llano, con papas deshidratadas alrededor (no las pongas en el guacamole o se quedarán blandas en seguida).

¡¡!! El guacamole también sirve como guarnición, aunque en este caso se le suele añadir algo de chile fresco. Anímate también a probarlo como si fuera la mostaza en un bocadillo, te sorprenderá.

Guacamole

          An old friend of mine shown me this recipe, wich is very simple and tasty. Her family (she, her sister and her mother) ate it often. I have gratefull memories of those few but intense nights, where we still dreamed of what would be some day. And always with a bowl of guacamole on the table,  while dinner was being prepared. The name of this mexican sauce comes from the Nahuatl and consists of the words ahuacatl (avocado) and molli (sauce). The avocado had erotic significance for the Aztecs, so much that women could not perform the collection of fruits due to the fact of it symbolize the testicles (these Aztecs were insane ...). In origin, this preparation is served with mexican "totopos" (corn pancakes that are cut and fried), but I love dried potatoes, because it does not change the taste of the preparation. We will have to adapt to the times where the orange trees are fast disappearing in favor of this fruit. Maybe in a few years avocado (instead of orange) will be the symbol of our land...

Ingredients (servings 4):

2 ripe avocados
2 small ripe tomatoes
1/2 small onion
4 tablespoons olive oil
Salt

Method:

- Peel the avocado.
- Grate the tomatoes and onion.
- Mix everything in a bowl and work the mixture with a fork until it was very fine (I prefer no scraps because it is more convenient when picking it up with potatoes).
- Salt to taste (you have to add a lot, do not panic, but do it slowly, testing each time).
- Put in the center of the bowl 1 bone of avocado to prevent oxidation of the paste (in this fruit is very fast; a few drops of lemon also works for this purpose).
- Serve the bowl in the center of a flat plate with dehydrated potatoes around (do not put in the guacamole or soon will be soft).
 
!! The guacamole is also used as a garnish, but in this case you will usually add some fresh chili. Try also use it as mustard on a sandwich, you'll be amazed.